Sí o no.
Blanco o negro.
Sólo o con leche.
Beso o abrazo.
Turista o primera.
Sol o sombra.
Baño o ducha.
Fumadores o no fumadores.
Playa o montaña.
Ventanilla o pasillo.
Amar o no amar.
Uno o cero.

A ver si resulta que para entender la vida, hay que saber código binario...

- Buenas noches.
- Hola. Tú dirás.
- Pues nada, que el jefe quiere el archivo NOV-18994324.
- Un segundito que miro... Sí, aquí está. Te lo traen ahora mismo, en menos que se despolariza una neurona.
- Jajajaja.
- ¿Qué tal todo por el sector consciente?
- Bien, aunque es muy estresante. Estoy deseando que me trasladen a algo más tranquilo, tipo sector visual.
- Sí, he oído que ahí vas a tu rollo, acabas tu turno y a descansar.
- Claro.
- Bueno, aquí está la carpeta que querías.
- ¿Ésta? Pero si apenas tiene nada dentro. Hace tres meses necesitaba un carrito para llevarla.
- Ya, pero es que aquí el espacio no nos sobra, así que en cuanto vemos que un archivo no es consultado, lo vamos eliminando poco a poco.
- Qué curioso.
- Sí.
- Otra duda que tengo ¿Vosotros sabéis qué contiene cada carpeta?
- Claro. Cada carpeta tiene un código alfanumérico con el que identificamos cada recuerdo para así poder guardarlo. Éste en concreto es NOV que quiere decir novia, y los números indican el registro de entrada, la fecha y cosas así.
- Pues esta carpeta...
- Sí, tiene los días contados. Cada día eliminamos cantidad de documentos.
- Bueno, me marcho a llevárselo que seguro que el jefe ya está cerrando los ojos y mordiéndose el labio porque no logra recordar esto.
- Pues lo mismo ni con la carpeta logra hacerlo, quizá ya está borrado definitivamente ese recuerdo.
- Bueno, nos vemos.
- Hasta luego.

Todo estaba saliendo a pedir de boca. El caluroso día había dado paso a una noche despejada colmada de estrellas. La playa estaba casi más llena ahora que cuando el Sol estaba en lo alto, aunque la media de edad era considerablemente más baja. Decenas de hogueras salpicaban de amarillo y rojo la parda arena. En torno a una de ellas, la más separada del resto, cuatro amigos charlaban.

- La hoguera se está apagando.
- Pues echa la guitarra de Martín, Bea.
- ¡Eh! Si tocas la guitarra te mato.
- Jajajaja. Tranquilo Terminator. ¿Un bañito para relajar tensiones? ¿Vienes Bea?
- Sí.
- ¿Y vosotros?
- Yo paso -respondió Martín-. Me quedo cuidando el fuego.
- Yo voy ahora -dijo Gema gesticulando con una mano para que se fueran adelantando.
- ¿Por qué no vienes a darte un bañito? El agua tiene que estar genial.
- Ya sabes que no me gusta bañarme de noche, Gema.
- ¿Por qué?
- Porque no se ve nada. ¿Y si piso un erizo?
- ¿Un erizo? Pero si no veo un erizo desde que ibamos al colegio.
- Pues prefiero quedarme aquí tumbado, mirando el cielo. Pero tú báñate si te apetece.
- No, me quedo haciéndote compañía.

Gema se tumbó a su lado, y los dos contemplaron en silencio el cielo escuchando de fondo el crepitar de las llamas, la nana entonada por las olas y el barullo del resto de hogueras.

- Me encanta esta noche. Es tan mágica...
- ¿Mágica? ¿Qué tiene de mágico que el Sol haya alcanzado su máxima declinación Norte? Es pura mecánica celeste.
- Buenoooo... ya salió el Profesor Chiflado.
- Jajajajaja
- Es verdad, le matas todo el encanto.
- Es lo que tenemos los científicos...
- ¡Mira! ¡Una estrella fugaz! ¿Sabes lo que significa?
- Sí, que hasta una mísera roca puede brillar, aunque para ello deba morir.
- ¡Oh! ¡Por favor! Ahí te quedas, yo voy a darme un baño. Cuando te pones en plan Einstein no hay quién te aguante, hijo.

Se levantó airada y corriendo se unió a Bea y Moncho que chapoteaban en el agua. Martín, sonriendo, vió como se zambullía en el mar.

- Control de tierra, aquí Poker uno. Contacto visual, repito, contacto visual. La aeronave tiene dos luces rojas fijas y una blanca flashing.
- Recibido Poker uno. Cambio.
- Atención. Aeronave con rumbo dos cuatro siete, le habla el Capitán Torres de las Fuerzas Aéreas españolas. Está en nuestro espacio aéreo sin autorización. Cambie su rumbo a uno tres cero, le escoltaremos hasta la Base Aérea de Zaragoza.

La radio continuaba muda.

- Torres, este hijo de puta no responde. Voy a ponerme a su lado y de paso echarle un vistazo.
- Vale, yo te cubro.
- Control tierra. Comienzo maniobra de aproximación. Poker uno, cambio.
- Recibido Poker uno. Cambio.

Álvarez abrió gases y el F-18 aceleró suavemente. Pasó al avión de Torres y se aproximó lentamente a la aeronave muda. Pero antes de que se acercara la silueta negra también aceleró.

- ¡Torres! -la voz de Álvarez sonaba nerviosa-. No me gusta nada esto.
- A mí tampoco...
- Control de tierra. Poker uno solicitando permiso para encender el sistema de guiado laser.
- Control tierra. Poker uno y dos, permiso concedido. Activen el sistema de guiado.
- Atención aeronave sin identificar. Le habla el Capitán Álvarez de las Fuerzas Aéreas de España. Vire inmediatamente a rumbo uno tres cero o nos veremos obligados a derribarle.

Primero Torres y después Álvarez encendieron el sistema de guiado. Un punto de mira se activó en el visor de los pilotos y un pitido agudo y constante les indicaba que el blanco estaba enfocado. El Capitán Torres se dispuso a avisarle por última vez, pero no tuvo tiempo. De repente las luces rojas desaparecieron y el aparato se convirtió en una bola de luz blanca que cegó momentáneamente a los pilotos.

- ¡Pero qué cojones!... ¿Has visto eso Torres? -preguntó Álvarez asustado.
- Para no verlo -respondió-. Control de tierra, Poker uno, le hemos perdido. Se ha iluminado y nos ha cegado por un momento. Al volver a mirar ya no estaba y no hay eco en el radar, cambio.
- Repita Poker uno. Cambio -la voz del controlador sonaba incrédula.
- Poker uno. Le hemos perdido. Cambio -respondió Álvarez contrariado.

De repente otro golpe sensorial sacudió a los aturdidos pilotos. Se había disparado la alarma, les estaban apuntando.

- ¡Mierda! Torres, le tengo detrás.
- Lo veo en el radar.¡Control! -gritó Álvarez asustado- ¡Le tenemos a nuestras seis! -y diciendo esto comenzó una maniobra evasiva. Rompió hacia su derecha mientras Torres lo hacía arriba y a la izquierda.
- Control, Poker uno solicita permiso para abrir fuego.
- Aquí Control de tierra. Poker uno y dos, están en zona poblada, permiso para abrir fuego denegado.
- Joder -mascullo Álvarez.

La alarma dejó de sonar. Se reagruparon y volvieron en busca de la aeronave, pero no había rastro en el radar.

- Control, contacto visual y de radar negativo. Se ha esfumado. ¿Lo tenéis vosotros? Cambio.
- Negativo, ha desaparecido. Cambio.

Los pilotos, con el corazón a punto de estallar, continuaron unos minutos volando en formación buscando la sombra. No volvieron a ver nada.

- Aquí Control de tierra. Pongan rumbo a la base, se aborta la misión. Cambio.
- Recibido. Poker dos, corto.
- Poker uno, corto.

Maniobraron hasta poner el morro del avión camino de la base. El camino de regreso fue silencioso, ninguno de los dos pilotos se atrevió a hablar de qué podía haber sido eso que les tuvo en su punto de mira por unos instantes.
Aterrizaron. Habían estado menos de treinta minutos en el aire pero se podría decir que de aquellos F-18 se habían bajado dos ancianos temblorosos y asustados que al verse, se abrazaron. Una lluvia fina les recibió, y momentos después se les unió un Cabo.

- A sus órdenes mi Capitán -ejecutó un perfecto saludo castrense-. Señor, tienen órdenes de ir inmediatamente al despacho del Comandante. Él llegará enseguida.
- Gracias Cabo -Torres le devolvió el saludo y el muchacho se marchó-.
- Oye Torres.
- ¿Sí?
- Eso... no era un alemán borracho ¿verdad?
- Ojalá lo hubiera sido amigo, ojalá.


Casi se puede decir que el texto está basado en hechos reales. En nuestro país hay un suceso muy famoso en el que algo parecido ocurrió. Por si os interesa, podéis leer ese incidente

aquí

, y una posible explicación al suceso en

esta otra página

.

Y así, a lo tonto, he escrito 50 posts. Gracias a tod@s por vuestro apoyo :)

Sonó la alarma. Rápidamente los pilotos saltaron de sus camas. Dormían con el mono de vuelo puesto así que sólo tenían que calzarse las botas, ponerse el traje anti-g y coger el casco. Una vez vestidos se dirigieron al hangar donde les esperaban los dos F-18 ansiosos por volar. Apenas siete minutos después de que la alarma los despertara, el Capitán Torres, nombre clave Aguijón y el Capitán Álvarez, nombre clave Cascabel, estaban despegando.

- Aquí Control de tierra. ¿Me reciben? Cambio.
- Poker uno, afirmativo. Cambio.
- Poker dos, afirmativo. Cambio.
- Tráfico no identificado. Entró en nuestro espacio aéreo hace catorce minutos. Al no responder a los controladores civiles nos han llamado. Procedan a su intercepción. Rumbo dos siete cinco, repito, dos siete cinco. Buena suerte. Cambio.
- Poker uno virando hasta dos siete cinco. Cambio.
- Poker dos. Rumbo dos siete cinco. Cambio.

Los dos aviones hicieron un giro cerrado a la derecha y continuaron trepando por el cielo nocturno. La Luna se vestía de nubes mientras los miraba con indiferencia.

- Bueno Torres, yo apuesto a que es un rico jubilado alemán borracho al que le han entrado ganas de bañarse en Mallorca, así que ha cogido su avioneta y se le ha olvidado contactar con Control Aéreo -bromeó Álvarez para disminuir la tensión de la misión. En realidad se podían encontrar cualquier cosa, desde un avión civil secuestrado, un globo aerostático... o una aeronave con intenciones hostiles.
- En ese caso Álvarez, será mejor que nos invite a una cerveza o en caso contrario, le meto una rafaga por el culo.
- Recuérdame que no nos duchemos juntos, que esa manía de meter cosas por el culo no me gusta.
- Muy gracioso Álvarez. Pero si quieres una cita conmigo te lo vas a tener que currar más.
- Sí, seguro que... -Torres se paró en seco y con un tono mucho más serio dijo-: Control tierra, aquí Poker dos. Tengo una señal en mi radar. Rumbo actual dos cuatro siete. Alcance nueve mil metros. Cambio.
- Afirmativo Poker dos, es el tráfico sin identificar.Cambio.
- Recibido. Paso a ponerme en contacto con él por la frecuencia de emergencia.

Carraspeó un par de veces e intentó tragar saliva, pero era inutil, tenía la boca más seca que un martini en el desierto. Respiró hondo y con tono autoritario se dirigío hacia el puntito verde de su radar.

- Le habla el Capitán Torres del las Fuerzas Aéreas de España. Ha entrado sin autorización en nuestro espacio aéreo. Identifíquese por favor. Cambio.

La respuesta fue el silencio. Los pilotos comenzaron a ponerse más nerviosos y el sudor invadía sus frentes.

Sólo una vez he de verte
ansioso espero el momento
de que en tu eterno recuento
el turno me llegue en suerte.

En pie, mirando a poniente
busco tu negra silueta
que afilada cual saeta
lleve la paz a mi mente.

Mi corazón late fuerte
de la impaciencia soy preso
pues ya tu gélido beso
quiero sentir en mi frente.

Ya no ansío mi presente
mi pasado es un tormento
el futuro, sufrimiento
por no abrazarte, oh Muerte.

Este poema ha aparecido en la mudanza. Estaba guardado en un cajón y sólo tenía las tres primeras estrofas, lo dejé incompleto. Al volver a leerlo he querido terminarlo.

Rompería olas con el pecho y las desharía en pompas de espuma blanca que te hicieran cosquillas en los pies.

Atraparía con suspiros horizontes de todos los colores y los guardaría en esferas de cristal para ti.

Doblegaría al gris y al negro desenvainando un tulipán amarillo, y a fuerza de dulces besos conseguiría que amargo fuese una palabra inutil e inservible.

Todo eso y más haría yo por ti, si aparecieras.

Así que mientras me rehúyes... finjo ser fuerte.

Hola a tod@s:

Parece que las Fuerzas Aliadas empiezan a tomar posiciones sobre el terreno haciendo retroceder al enemigo (quiero decir que ya parece que vivo en una casa y no en un almacén de SEUR). Pues eso, que entre los exámenes, la mudanza y que hasta hoy mismo no he tenido conexión a internet pues no he tenido mucho tiempo para escribir. Espero ir retomando el ritmo en breve.

Un saludo.

Desde hace algún tiempo, las únicas curvas que abrazo son las tuyas. Mi compañera en las noches en vela, mi voz cuando mi garganta enmudece, pedazo de árbol que un día soñó con cantar.

De pisar tus cuerdas mis dedos tienen callo y se han hecho duros e insensibles. Algo así me pasa a mí también, me hago más duro cada día a fuerza de que me pisen, y un callo crece dentro de mí, en mi cabeza y en mi corazón.

Ya casi nunca sangra mi pulgar al rasgarte. Igual que le ocurre a mi alma, ya sabe como colocarse para no sufrir con los golpes.

Te afino mientras espero a que alguien me afine a mí, aunque cada día la esperanza mengua un poco. Leves giros en las seis clavijas y todo está en orden otra vez.

Con cada nota de cada cuerda, con cada lágrima de cada historia, con cada acorde de cada traste... me hablas de mí. Quizá algún día hables de mí a los demás, a quienes sepan entenderte, a quienes quieran escucharme, a quienes les importe hacerlo.

Si llegase a olvidar tus sonidos y la atención te pierdo, si mis dedos se suavizan de nuevo y mi alma vuelve a ilusionarse con palabras que no son las tuyas, no dudes en hacerme sangrar de nuevo y recordarme lo que soy.