martes, febrero 01, 2005
Esta noche
Duerme. Acuéstate y duerme tranquila, que esta noche velaré tus sueños. No consentiré que nada perturbe tu descanso.
Por cada pesadilla, por cada mal recuerdo que intente colarse, besaré dos veces tu cabeza dejando que tu cabello acaricie mi rostro.
Contaré cada suspiro, cada respiración, cada vez que tu pecho se llene de vida y el aroma de tu cuerpo arrullará mis sentidos. Me aferraré a ti como las raíces de la encina abrazan la tierra y sentiré cada latido de tu corazón. Y cada latido será un segundo, y cada segundo será una punta, y con cada cinco fabricaré una estrella que brille por siempre en tu cielo.
Y cuando el alba esté a punto de romper la noche y el calor intente robarte, yo seré tu escudo y no dejaré siquiera que tu piel logre rozar.
Así que cierra los ojos, y sueña.
Por cada pesadilla, por cada mal recuerdo que intente colarse, besaré dos veces tu cabeza dejando que tu cabello acaricie mi rostro.
Contaré cada suspiro, cada respiración, cada vez que tu pecho se llene de vida y el aroma de tu cuerpo arrullará mis sentidos. Me aferraré a ti como las raíces de la encina abrazan la tierra y sentiré cada latido de tu corazón. Y cada latido será un segundo, y cada segundo será una punta, y con cada cinco fabricaré una estrella que brille por siempre en tu cielo.

Y cuando el alba esté a punto de romper la noche y el calor intente robarte, yo seré tu escudo y no dejaré siquiera que tu piel logre rozar.
Así que cierra los ojos, y sueña.

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