Errante, pálido espectro,
busco y no hallo sosiego
que ponga fin a mi trasiego
por tierra, mar, cielo e infierno.

Busco quien hilvane besos
con un hilo de ternura
y que amarre a su cintura
mis brazos, y queden presos.

Alguien que cure mi alma
roída de sufrimiento,
que con amor como ungüento
le devuelva paz y calma.



Quien el corazón me selle
por unión de sus retazos,
y si faltaran pedazos
los huecos con besos llene.

Busco quien viva presentes
con tendencias de futuro
que me haga sentir seguro
de unir en una dos mentes.

Alguien que forje mis días
en la fragua de su vientre
en cuyo fuego silente
me calcine noche y día.

Busco quien repare sueños
por grandes que sean los daños
que el transcurrir de los años
provocaran en su dueño.

Quien sea mi musa infinita
quien ahuyente mis temores
quien comparta mis dolores
quien de mi Olimpo, Afrodita.